>>120069es increíble como el cerebro busca como joderte, y sabe perfectamente como hacerlo. En mi caso cuando me pone monstros y espantos en mis sueños, los termino dominando con el poder de Jesucristo o en el peor de los casos
me vuelvo administrador de su chan muerto, pero cuando me pone pendejadas así bien random como lolis que violan, meteoritos que joden todo, aviones cargados de quimicos super toxicos, vehiculos imparables o isekais donde pasan cosas feas. Es cuando realmente me levanto cagando ladrillos.
>>120071No, era rojo, en un dia nublado por la mañana.
Yo, con no mas de 18 años, esperaba en la sala de mi antigua casa dispuesto a partir a lo que supongo, sería un dia normal de preparatoria. mi padre como de costumbre abrió la puerta principal y todos en la familia nos preparamos para salir a hacer nuestros deberes; fue un escena bastante real, puesto que podía percibir el miedo de mi familia, al punto que todos pretendíamos tener y alargar de mas una conversación para evitar salir y enfrentar a ese miedo inexplicable que te ahogaba la respiración. Fue así sin mas que por entre las nubes una enorme roca incandescente se dejó ver a gran altura y en un movimiento pesado surcó el cielo a velocidad mayor que la de cualquier avión, pero su masa era enorme, tanto que podías ver la estela de viento que desplazaba al moverse y que literalmente volvía nada las nubes a su alrededor.
Casi por instinto mi padre cerró la puerta y de inmediato comenzó a llover. Pero no era agua la que caía del cielo, si no una cantidad ridícula de tierra, o mas bien fragmentos de roca, la cual en segundos comenzó a derribar las estructuras mas débiles, solo para segundos después dar paso a un viento como el que nunca jamás una persona experimentó.
En ese momento no pensé en nada, solo abrazaba a mi hermana menor a la cual escuchaba gritar a una distancia enorme pese a estar a centímetros de mis oídos, pude sentir su miedo, o tal vez era el mio, e incluso sentí mi muerte entre el viento que desgarraba a la casa.
Pero no morí, cuando la calma volvió a la escena, mi familia estaba aún ahí, en silencio y cubierta de polvo.
Mi hermana mayor encendió el televisor, el cual, milagrosamente aún funcionaba, y por su pequ
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