>>7814Se re pudrió. El rey escorpión de Mictlán era terrible
shapeshifter y tenía una técnica muy destructora de cuerpos. Ahora sí le llegó
el ocho al doctor Güero. Al desintegrarse su tórax, recordaba las horas felices de lector de ficción. Sus amigues no leían y unos jugaban al balóncesto; otros, al básket. Todos murieron para que él pudiera componer con sus pedazos amistosos a un androide a base de cadáveres (como el que hizo el doctor Frankenstein) (de Mary Shelley). Mucha gente no lo sabe, pero la primera novela de ciencia ficción la hizo esa mujer, Mary Wollstonecraft Shelley. Ahora algunos más lo saben. Pero lo olvidarán. Estaba buena la guachita. Me hubiera gustado hacerle el amor, sí, no de forma violenta, sino a la manera de Kokún. Yo hubiera sido un poetucho de la época, tragador de láudano tiralefas y compiche del licencioso
Lord Byron, que supo
ranchar con Shelley y su chica, Mary Wollstonecraft.
Mucho tiempo después, hubo un dibujante muy bueno, llamado
Bernie Wrightson, que hizo unas ilustraciones sublimes de la novela del moderno Prometeo. Ilustraciones picosas como las de Gustave Doré, pero más de nuestra época. Bueno, eso no importa ahora. El doctor Güero ESTÁ SUFRIENDO, estimados mostros. ¡Ojalá pudiésemos ayudarle!
Pero no podemos. Sólo podemos leer su triste desenlace. Su evocación final. Su frase "¡A la perinola!" será su epitafio.
La cabeza de El Crítico musical bigotón, agitada por el poder azuzador del tenebroso ancestral del ultramundo, recordó la primera erección que tuvo cuando un capítulo de
El Chavo del Ocho fue demasiado lejos para la censura y La Chilindrina actuó sin ropa interior (había perdido una apuesta María Antonieta de las Nieves con Don Hermes y con Quico. "No se olvide m'hijita, Quico es puerco", advirtió). Ese capítulo se proyectó sólo una vez y la C.I.A. mandó hombres de negro con linternitas que borraban memorias. Las linternitas dañaban el cerebro y así diezmaron a los niños y niñas más promisorios de México, de Florida, de Los Ángeles y muchos lados de por allí.
Bueno, me estoy desviando de lo que es preciso relatar.
Calamardo intentó proteger a Candace, al ver que la punta del aguijón rozó a su antiguo colega de Fondo de Bikini, Patricio Estrella. La carne rozada por tan ponzoñosa punta de aguijón entró en necrosis irreversible espontánea. Calamardo sabía que este clon de Patricio tenía en su ADN células de Majin Boo, pero ni aún así esta versión de Patricio, que folló a su Candace (¡SU Candace!) transmutándola en un "Cum Bucket", bueno, este Patricio no se regeneraba y QUEDABA MALDITO LISIADO y seguramente la infección bla bla bla.
Bueno, el final se aproxima. Se me terminan las vacaciones y no voy a poder seguir haciedo pastiches para divertirme. Es muy triste. Todo concluye al fin, nada puede escapar.
Pero lo importante es que nos divertimos mucho. ¿Verdad?